Twitter ha encontrado a su nuevo CEO y es español.

28/12/2022. Julieta Brown Pecharromán La sorpresa saltó esta madrugada. Hace unos días, Elon Musk preguntó en su recién adquirida red social Twitter: “¿Debo dimitir como jefe de Twitter?”, y añadió: “Acataré el resultado de esta encuesta”. El resultado fue contundente: el 57% (con 17,5 millones de cuentas de los usuarios diarios globales) eligió que abandonara su puesto. Ante la situación creada, anunció el 21 de siembre, tres días después, que renunciaría a su cargo como CEO “tan pronto encuentre a alguien lo suficientemente tonto como para aceptar el puesto”. Pues bien, esa persona ya ha aparecido y esta noche se anunció la noticia, que no ha dejado indiferente a nadie. “El tonto ya ha aparecido –ha escrito Musk en su cuenta–. Es español y tiene todo lo que hay que tener para ocupar este puesto”. Eustaquio Revenga, oriundo de Castrillo de la Vega, será el próximo CEO de la famosa red social. Nacido en 1973, pasó su infancia en ese pueblo de Burgos. Tras estudiar en el internado de los Jesuitas, obtuvo una beca para seguir su formación en el afamado Massachusetts Institute of Technology (MTI). Esta institución cuenta entre sus egresados con personalidades tales como Ben Bernanke, Kofi Annan (no confundir con Morgan Freeman) o el astronauta Howard Joel Wolowitz, a las que habrá que sumar ahora la presencia de este ilustre burgalés. Allí se hizo popular por su teoría denominada Blood Pudding, que consiste en describir los procesos de la inteligencia artificial como una cadena de sucesos eclécticos envueltos en una “piel” digital que los agrupa. “La idea –aseveró Revenga– surgió en unas vacaciones de Navidad al ver a mi abuela haciendo morcillas. Los datos que reciben nuestros cerebros son disimiles, pero los agrupamos dentro de un envoltorio que les da una entidad y se solidifican gracias a la condensación de un elemento, en el caso de la morcilla, la sangre”. Revenga, que por esta teoría estuvo nominado para obtener el Turing de 2021, considerado el Nobel de Informática, es un gran desconocido para la sociedad española, pero no así en su pueblo. Al preguntar a los castrillenses por él, el gesto de su rostro muestra cierta contrariedad. “Las pocas veces que viene, se encierra en el pajar de su abuela Catalina, la de las morcillas” asegura la Antonia, su vecina de toda la vida. “No sabemos qué hace tanto tiempo allí el hijundemonio. Arregló el pajar para meter los aparatos esos que trajo de los americanos y no viene a misa”. A renglón seguido, Paquillo, el marido de la Antonia, recuerda que la instalación de esos equipos creó una enorme polémica entre la población. “Cuando lo encendía todo junto, se nos iba la luz y más de una vez nos quedamos sin poder ver la novela de policías en la que sale la Juani y el Javi de Verano azul, lo que enfadó mucho al pueblo, que lo tengo yo hablado con todos”. Por eso, declaran que no se han sorprendido del todo cuando han conocido la noticia. "Para sorprendernos de esas cosas estamos. Aquí siempre le hemos visto como el tonto del pueblo. Bien está que ahora sea el tonto del pajarito ese”, afirman. Sin embargo, en el Bar La Rosa algunos de sus parroquianos ofrecen otra opinión. “Está bien que uno de Castrillo sea el que lleve eso del Twitter. Aquí somos mucho de compartir lo que nos pasa desde hace siglos. Seguro que el Eustaquio podrá aportar mucho a la red social de cómo lo hacemos en el pueblo para hablar de los demás”. “Eso sí, –grita Ramón Cantalejo desde la mesa de al lado– esperamos que no teletrabaje desde el pajar de la Catalina, que en paz descanse. Si nos deja sin ver la novela otra vez, se va a liar. Que con esas cosas no se juega”, dice haciendo sonar con contundencia la ficha de dominó contra la mesa al tiempo que canta su victoria cerrando la partida con un pito doble. Hasta el momento no ha habido declaraciones de Eustaquio Revenga, que ha puesto candado en el perfil de su red social y en el pajar de su abuela Catalina. Se espera que haga una rueda de prensa en las próximas horas “aunque con él nunca se sabe, porque es alérgico al gluten y a la lactosa, y ya se sabe que poco se puede confiar en esa gente rara”, remarca la Antonia.