Maika Ramos al borde del infarto

Momentos malísimos fueron los que se vivieron esta semana en el partido de cuartos de final de la champions en el cual se enfrentaban el Real Madrid (RMA) y el Manchester City (MCI). El partido fue público para los socios e invitados (Maika una de ellas, como no) en la diminuta localidad de Pola de Lena (Asturias, España, Unión Europea, El continente europeo, El Mundo, El Universo, La vía láctea, el resto de vías lácteas). La deportista profesional (cabe recordar que no es profesional, ni siquiera se acerca un poco a ese nivel pero es para darle más énfasis a la noticia) lo pasó mal desde que entro al chiringo. Estaba tan nerviosa que no comió nada (algo muy normal en ella), presentaba incluso síntomas de cansancio, fatiga, dolor de cabeza, sudor, y muchos otros más síntomas. Finalmente el partido se decantó con unos penaltis pero una fatídica llamada iba a hacer que la voleibolista se perdiera los penaltis. La adicta al agua tuvo que “saltar disimuladamente de alegría” mientras estaba con el teléfono, por consiguiente, el grupo de su clase, la estaban interrumpiendo constantemente, algo que hizo cabrear de verdad a la voleibolista, “Me va a salir la Maika de tercero de la eso y se van a cagar todos” comentaba con gran furor la que tiene más paquetes de jamón en casa que bragas en el armario. Finalmente, Maika Ramos puso fin a la absurda historia contestando “a too quisqui” por el grupo de manera informal, hecho por el cual al final consiguió que se callaran todos. Al acabar el partido, la voleibolista tuvo que abandonar con esmero el recinto ya que empezarían a tirar petardos contra los coches. La voleibolista se iría a la cama muy cansada y sin ganas de hacer nada, más que de hacer relaciones sexuales al día siguiente.