Los efectos nocivos del tabaco

Introducción general Subtítulo relacionado al efecto en los pulmones Como ya deben saber, el cigarrillo tiene efectos nocivos para el sistema respiratorio. Por un lado, mata las células ciliadas que protegen las vías respiratorias, y por otro lado causa graves daños a los pulmones. Cuando le preguntamos a una profesional cuáles eran los efectos más dañinos para los pulmones, nos habló de la disminución de la capacidad vital de los pulmones, el EPOC y el cáncer del pulmón. El EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) causa la ruptura del pulmón. El pulmón es un órgano elástico, lo que permite la inspiración y exhalación. El cigarrillo hace que se pierda la elasticidad del pulmón y que el aire quede atrapado. Entonces se producen el enfisema, que mucha tos, y la bronquitis crónica, que trae falta de aire con crisis similares a las asmáticas. Ambas son enfermedades muy comunes en los fumadores. Lo más preocupante es que generalmente las personas que sufre EPOC son adultos mayores que han fumado durante muchos años y que tienen dificultad para respirar realizando algunas actividades. Entonces, va provocando disnea, falta de aire. La disnea va progresando, de acuerdo cuando se produce: grado I (haciendo grandes esfuerzos), grado II (haciendo medianos esfuerzos), grado III (sin hacer esfuerzos) y grado IV (estando acostado). La enfermedad va evolucionando y los pacientes terminan teniendo disnea grado IV, que, sumado al efecto nocivo del cigarrillo en los vasos sanguíneos, puede provocar la muerte temprana. Por otra parte, el cáncer de pulmón es muy común en las personas fumadoras. María Soledad Marinsalda, médica clínica especialista en terapia intensiva, dice que si bien no todos los que fuman enferman de cáncer de pulmón, alrededor del 90% de los casos de cáncer pulmonar se deben al cigarrillo. Con los años, el pulmón se destruye cada vez más y se va perdiendo la capacidad de respirar. De hecho, ?a los once años de empezar a fumar comienza el daño a los pulmones y recién a los once años de haber dejado de fumar empieza a recuperarse la función de la respiración?, dice la Dra. Marinsalda. Además de afectar a los pulmones, el cigarrillo daña las arterias, provocando aterosclerosis, y termina afectando al corazón, los riñones y el cerebro. El cigarrillo también altera todos los vasos sanguíneos y hace que llegue menos sangre al cuerpo, aumentando el riesgo de infarto, ACV e hipertensión. Subtítulo relacionado al efecto en las mamás y bebés Antes hablábamos de los efectos nocivos que trae el cigarrillo para los fumadores, especialmente en los pulmones. Sin embargo, si una mujer está embarazada, las consecuencias de fumar tabaco llegan al bebé y pueden causar serios daños al bebé. En la mamá el cigarrillo produce vasoconstricción, donde los vasos sanguíneos se contraen. Cuando una mujer embarazada fuma un cigarrillo, durante ocho horas al bebé le llega menos cantidad de sangre, y, por lo tanto, menos nutrientes. El riesgo principal es que el bebé salga más pequeño. ?Aunque la nicotina pasa a través de la sangre de la mamá al bebé, no es tan dañina como la falta de oxígeno del bebé durante esas ocho horas?, explica la Dra. Marinsalda. Si bien algunos obstetras dicen que fumar hasta 5 cigarrillos por día está bien, cada cigarrillo que se fuma aumenta los riesgos en el embarazo. Unos pocos al día son más seguros que un paquete, pero la diferencia no es tan grande como se cree, ya que el cuerpo de un fumador es especialmente sensible a las primeras dosis de nicotina cada día. Por lo tanto, se ha comprobado que fumar unos pocos cigarrillos por día expone al feto a más de 4.000 substancias tóxicas y dañinas, como el cianuro, el plomo y al menos 60 compuestos que causan cáncer, que pueden afectar su desarrollo y crecimiento. Cuando hay humo de tabaco en el ambiente, el feto recibe menos oxígeno, aumentan los latidos de su corazón y se altera el crecimiento de los pulmones. Las mujeres fumadoras o las no fumadoras expuestas al humo tienen más riesgo de tener bebés de bajo peso al nacer o bebés prematuros. Los bebés de madres fumadoras tienen mayor riesgo de contraer infecciones y de tener otros problemas de salud, como nacer con malformaciones congénitas (labio leporino, paladar hendido y malformaciones cardiacas), tener síndrome de abstinencia a la nicotina, o morir debido al Síndrome de Muerte Súbita del Lactante. Además, las madres fumadoras tienen menor probabilidad de comenzar a amamantar y mayor probabilidad de amamantar durante menos tiempo que las no fumadoras. Al fumar un paquete al día durante el embarazo, el bebé nacerá con 200 gramos de menos. Al fumar dos paquetes diarios, el bebé puede pesar medio kilo menos. Los bebés pequeños tienden a tener cuerpos menos desarrollados, y es posible que sus pulmones no estén preparados para funcionar por sí mismos, debiendo pasar sus primeros días o semanas en un respirador. Fumar durante el embarazo puede tener efectos de por vida en el cerebro del bebé. Los bebés de mujeres embarazadas que fuman tienen muchas más probabilidades de padecer trastornos del aprendizaje, problemas de comportamiento o tener coeficientes mentales especialmente bajos. Por otra parte, si se fuma en el ambiente en el que nace el bebé, este se hace más sensible a las enfermedades respiratorias, como asma, otitis, bronquitis, neumonías, entre otras. ?Las mamás no deben fumar ni cuando están embarazadas, ni cuando dan la teta ni cuando están en el mismo ambiente que el bebé. Si la mamá quiere fumar, que fume afuera?, declara la Dra. Marinsalda. ?Creo que la mayoría de las mamás es el único momento en que pueden dejar de fumar nueve meses, porque la prioridad es el hijo, entonces son pocos los casos de las mamás que fuman. A lo mejor las mamás que fuman mucho fuman uno o dos, que algunos obstetras no se lo sacan, pero lo correcto es que no fumen nada?, opina la Dra. María Soledad Marinsalda.