El almohadón de plumas

Muerta por un parásito Alicia vivía en una casa junto con su esposo Jordán quienes se habían casado apenas este mes de abril. Alicia enfermo en otoño, al principio, tuvo un ligero ataque de influenza que la arrastró insidiosamente por días, lo peor de este extraño caso era que Alicia parecía nunca reponerse y cada día era peor, el médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y descanso absolutos. Hasta que hubo un día el cual la joven Alicia pudo levantarse de su cama con ayuda de su esposo Jordán, más sin en cambio fue el primer y el ultimo día que Alicia pudo dejar su cama, día a día Alicia moría lentamente si saber la razón, días después la joven tubo consulta, haciéndole saber así de una anemia de marcha agudísima completamente inexplicable, se iba visiblemente a la muerte Días después comenzó a tener alucinaciones, confusas y flotantes. Pero lo más raro de esto es que al parecer la enfermedad solo avanzaba de noche, cada día amanecía más desvanecida, cansada y pálida. Desde el tercer día, apenas podía mover la cabeza, perdió luego el conocimiento y a los dos días finales, deliró sin cesar. Alicia murió en el mes de octubre, al parecer su causa de muerte, fue por el almohadón de plumas en el que Alicia yacía, ya que la sirvienta al entrar al cuarto de Alicia y tratar de arreglarlo un poco se dio cuenta de dos manchas extrañas de sangre que habían en el almohadón, al ver esto la sirvienta llamo a Jordán quien cortó funda y envoltura de un tajo, encontrándose a un animal monstruoso o al menos así lo caracterizo Jordán, el cual había consumido a Alicia en cinco días en cinco noches La remoción diaria del almohadón había impedido sin duda su desarrollo, pero desde que la joven no pudo moverse, la succión fue vertiginosa. Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.