El corazón le dijo "Vuelve a tomar la paleta"

El corazón le dijo que tome la paleta Martin Alveal con 17 años, estudia en el colegio Liceo la Asuncion y en poco más de 1 año de su regreso se ha convertido en figura del tenis de mesa local. Sueña con entrar a la UdeC, representar a Chile y cuenta como fue su viaje de como llego a este deporte y todas sus disciplinas. Hay quienes empiezan en una disciplina desde chicos, pero no es su caso. Otros siguen una tradición familiar, pero tampoco es el suyo. A los 16 años saliendo de una pandemia, ni se imaginaba volver a tener una paleta en la mano, pero las cosas se dan por algo y hoy es una pequeña figura de gran proyección en el tenis de mesa. Es de Talcahuano. Martin se abre paso. Como muchos niños empezó con el fanatismo del fútbol pero nunca lo a podido continuar, "no me satisfacía al momento de jugar con amigos o ver partidos, con el encierro de la pandemia me empezaron a gustar otras cosas. Me di cuenta que lo mío iba más por el deporte individual. Tiene algo especial”. De la nada, se vio tirando remaches frente a una mesa, en su colegio. “Partí con esto recién el 2017 y fue bien de casualidad. Jugaba en mi colegio, el colegio tenía un taller para el deporte y me defendía bien. El profe Javier Inostroza de ese entonces siempre me invitaba torneos en ese tiempo, pero yo me negaba por miedo a la burla si es que llegaba a perder lo cual me arrepiento actualmente porque debido a ese miedo deje este deporte mucho tiempo. Ahora me gusta pero me está costando más por el tiempo que abandone este deporte, antes se me daba muy natural. ¿Actualmente qué fue lo que lo atrapó de esta disciplina? Martin asegura actualmente que “me gusta que todo lo que pase en un partido o un torneo pase solo por mí mismo. Si gano es porque me esforcé lo suficiente, entrene, supe analizar lo que pasaba. Y si pierdo también es porque algo hice mal o simplemente hay cosas que debo mejorar. De a poco uno va aprendiendo a tomarse las cosas de esa forma” Actualmente, entrena también por Huachipato y recuerda que “mi primer torneo fue terrible, en cada partido me fue mal jugando dobles con mi mejor amigo Jose, jugué individual sub 17 y todo competidor. Fue en ese momento dónde ahí empecé a ponerme enserio después de ese mal torneo. Lo malo es que actualmente en físico no estoy muy bien, los estudios me tienen muy ocupado, quiero terminar muy bien el liceo para estar listo para la universidad, lo cual no me da tiempo para entrenar. Lo bueno es que al volver al deporte después de una etapa de muchas evaluaciones académicas me di cuenta que había bajado mi ritmo de juego, pero lo que más me importa era que tenía que bajar de peso y mejorar lo físico. El tenis de mesa también te hace moverte harto, se siente en las piernas”. Y logró llegar a su peso en 3 meses, bajando de 100 kilos a 80. Es entrenado por Mauricio Bernales y representa Bio Bio. Con Huachipato recientemente jugué la copa interempresa y fuimos campeones por equipo. Ahí nos tocó con distintos colegios de alto nivel como Arauco y A-lafken, nos tocó con universidades como la Udec la cual es la que quiero entrar. El nivel es alto, pero me di cuenta que quizás no estoy tan lejos”. Por eso se pone metas altas y sueña con tocar el cielo. “Me gustaría estudiar en la UdeC y seguir jugando. Puede ser Medicina. De ahí me gustaría pegar el salto a la selección chilena si se da la oportunidad. Suena como algo muy grande, pero se puede si me esfuerzo. Creo que le toco los tobillos a los que están ahí y lo demás es práctica y creer que se puede”. Deja de hablar y vuelve al entrenamiento. Afuera está lloviendo, pero le da lo mismo. Su mirada está en la red, su mano forma un puño y su mundo se hace pequeño. Del porte de una mesa, pero una que puede alargarse hasta donde él quiera.