La incertidumbre se apodera de Waterfall
Ja ja ja, ¡fuiste engañado!
¡ERA UNA BROMA!
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Ya son 128 días sin que aparezca el coalcalde de Waterfall. Desde el consistorio llaman a la calma, pero en sus habitantes se puede observar un claro clamor de transparencia, exigen 'saber dónde está nuestro querído amigo viajero Walter' - aporta un cuidadano anónimo de la localidad - 'es cierto que han habido cambios, pero sin duda algunos son a mejor. Debemos confiar en lo que nos digan los amigos viajeros con quienes compartimos hogar, esperemos y rezaremos porque nuestro coalcalde esté sano y salvo. ¡Vivan los Amigos Viajeros! - exclamaba con emoción un ciudadano autóctono llamado Jack el minero. Otro fenómeno comienza a ser menos usual de lo que parecía y es que la tasa de religiosidad está aumentando en la aldea. Algunos expertos apuntan a una búsqueda de la estabilidad y huía del estrés que les ha provocado la desaparición de Walter.
