8 horas en comisaría y casi 500€ de multa: así que el infierno de una fan por llevar una pancarta al concierto de sus ídolos

El pasado 29 de julio se celebraba en el Palacio Vistalegre de Madrid el concierto de A Billion Times, una banda pop-punk italiana creada a finales de 2012. El evento dio comienzo a las 21:00 sin ningún incidente. Pero, tras la apertura de puertas, Ana (nombre ficticio) no se esperaba el infierno que estaba a punto de vivir. Tras llevar más de 20 horas en la cola (pues fue una de las muchas fans que decidió acampar el día anterior), Ana ingresó al recinto con una pancarta que había elaborado junto con sus amigas durante la espera en la cola. En ella, le decía al grupo lo mucho que les quería y cuánto significaban para ella. Pero había un problema: lo hizo en su idioma materno (el italiano). Nos remontamos al año 2016 cuando, en un concierto de My Chemical Romance llevado a cabo en el mismo recinto, un fan decidió acudir con una pancarta que rezaba: "Tengo una bomba". En una época caracterizada por el pleno apogeo de ETA, el personal del concierto no dudó en desalojar el recinto y detener al joven, que fue puesto a expensas de la policía a tan solo media hora del inicio del evento. A pesar de que, por suerte, solo se trató de una falsa alarma, fruto de una desafortunada broma, desde entonces la política del Palacio Vistalegre (a consultar en su web oficial) impide el acceso con cualquier tipo de pancarta o letrero acompañado de texto. Volviendo a la actualidad, Ana, ignorando todo esto, se encontraba en la pista disfrutando de su grupo favorito cuando fue detenida por las autoridades locales y llevaba a la Comisaría General de Usera. Allí, la joven de tan solo 19 años pasó las siguientes 8 horas, debido a que su pancarta se encontraba en italiano y, debido a las huelgas patronales, no había ningún traductor de guardia que pudiera revisar lo que ponía en su mensaje. Ana pasó esas 8 angustiadas horas en un calabozo, sin móvil y sin poder comunicarse con nadie de su familia. La joven, que además había viajado a la capital expresamente desde Asturias para el concierto, pasó el peor rato de su vida, sa sabiendas de que sus compañeras de fila estaban disfrutando del concierto en esos mismos instantes. Por fin el mal trago pasó y Ana pudo regresar a su casa. Todo parecía haber acabado aquí hasta que, en octubre, una carta del Juzgado General de Madrid llegó a su puerta. En ella, la Audiencia Constitucional acusaba a Ana de incitación al terrorismo (caso aún pendiente de juicio) y le imponía una multa de 478€ por la movilización del coche policial que la escoltó a comisaría y los servicios de urgencia prestados por el traductor que se personó en el lugar. Actualmente la familia de Ana está a la espera de juicio y lucha día a día para generar conciencia sobre su caso. Declaran que, no solo Ana no es culpable, sino que es la propia víctima. Y por ello, el abogado defensor, pide una indemnización de 2388€ por daños y prejuicios, debido, entre otros, a la propia pérdida del concierto que tanto anhelaba Ana. Ana será convocada a declarar, junto algunos testigos y amigas de la cola, en marzo del próximo año. Afirma que se encuentra tranquila y que "sabe que tiene la razón" y hasta bromea para dejarnos un contundente mensaje: "Por favor, no llevéis pancartas, os puede salir muy caro y no estoy hablando de la inflación en los Todo a 100".