Las fauces de la muerte
Ja ja ja, ¡fuiste engañado!
¡ERA UNA BROMA!
Hace 80 meses - Leído 432 veces
El barrio porteño de Villa del parque se sume en la desesperación luego de que los animales callejeros empezaran a morir espontáneamente. En sus rostros, el espanto. Control de sanidad investiga insesantemente buscando una causa que provoque estas bajas. Se sospecha de un vecino con un problema apocalíptico de halitosis. Hedores a "puerto" o a "lobo marino muerto" habían sido reportados por varios vecinos, y mientras sanidad trabajaba buscando algún foso séptico ilegal en la periferia del barrio, terminaron por admitir que la peste provenia de la boca mal lavada de este hombre. El gobierno sigue investigado cómo hacer para aplacar está invasión pestífera, mientras los vecinos comienzan a usar barbijos y máscaras de gas, pues se rumorea que el hedor del hombre no se expulsa por una sola de sus cavidades y que así como su boca emana los hedores de podredumbre y desgracia, también "le canta el ano", como declaraba José Pedro, vecino del barrio.