Ivan Villalobos abuso sexualmente de Carlos Manzanilla
Ja ja ja, ¡fuiste engañado!
¡ERA UNA BROMA!
Hace 80 meses - Leído 993 veces
Desperté con el olor a humedad de un tapete contra mi cara y ahí comprendí todo: estaba cogiendo con alguien, o mejor dicho, alguien me estaba cogiendo por el culo y no era agradable. Se burlaron porque estaba llorando, me llamaron mil veces "putito" y no dejaron de reírse. Aún tenía puesta mi camiseta, pero no mi pantalón ni mis calzoncillos, estaba descalzo y podía sentir el frío en mis pies. Había alguien más; estaba oscuro pero escuchaba más voces, un par más. Intenté voltearme para levantarme, pero no podía: mis manos estaban absurdamente inútiles y tenía un trapo en la boca. Sabía que eso no estaba nada bien. No sabía que era posible. En mi mundo, la violencia sexual hacia los hombres no existía, pero estaba realmente equivocado. De cualquier forma, una denuncia no era una opción, especialmente con un sistema judicial como el de México, en donde sólo se logra resolver cerca de 1% de los casos con la consignación del violador. Ahora imaginen a un heterosexual denunciando una agresión sexual. No me da pena mi orientación sexual; me da pena el sistema de justicia en mi país. Seguramente iba a dar la mejor rutina cómica que hubieran tenido en mucho tiempo y, probablemente, me culparían; lo sé porque incluso yo ?por ratos aún?, me sentía culpable.