Un hombre tiene un asado en el horno toda la temporada de fútbol.

Emilio, ilustre vecino Blanca (Murcia), tiene un asado en el horno desde que comenzó la temporada de fútbol 2016/2017. Al preguntarle cómo es posible que no se le haya quemado en todo este tiempo nos responde: "El truco está en mantener encendida la cerilla. Es un método algo arcaico, pero muy efectivo para estar ocupado y no ver ningún partido". Este blanqueño universal (mucho más que Pedro Cano), ha sido invitado en innumerables ocasiones a ver partidos de La Liga española, de la Copa del Rey y de la Champions League por parte de otro vecino, menos ilustre, de Puente Tocinos, J.R., pero muy a su pesar, ha ido declinando dichas ofertas una y otra vez. Le comentamos a J.R. si no le parecía extraño, incluso sospechoso, que Emilio tuviera siempre un asado en el horno, y esto fue lo que nos dijo: Quizá, a veces, pero si recapacito un segundo, para mí, es imposible pensar que mi gran amigo, Emilio, no quiera ver el fútbol conmigo. Yo sé que la cocina es algo que le apasiona y si él dice que con cerillas sale mejor el asado, será verdad. Por su parte, Emilio, nos ha comentado que tiene la intención de mantener la llama viva, pero como la del famoso poema de San Juan de la Cruz, sino la de su cerilla con tal fin de mejorar su receta. También mencionó que cabe la gran posibilidad de no poder estar presente en la pretemporada del mes de agosto. Tal es su peculiar forma de cocinar que han venido varios científicos desde Estados Unidos a observar cómo lo hace. Uno de ellos, Donald Jam, hizo unas declaraciones para el "Joserra Today": Después de un minucioso estudio de 3 minutos hablando con D. Emilio, hemos llegado a la conclusión de que antes de que se termine de hacer el asado, concluye el gusto del fútbol por los españoles y por gran parte de la población argentina.