Desenlace fatídico en Tudela de Duero

Todo parecía idílico en la relación de amistad que mantenían dos jóvenes estudiantes de magisterio, hasta que en la mañana del viernes saltaron todas las alarmas. M.E.T.C, de 25 años, se disponía a estudiar para un importante examen cuando J.J.L., cinco años menor, la asaltó en su vivienda tras un brote psicótico (parece ser que el joven padece enajenación mental desde hace varios años) y se dispuso a fotografiarla en vestimentas poco adecuadas. No conforme con el asalto, J.J.L. compartió las instantáneas en sus redes sociales para avergonzar y denigrar a la víctima, faltando así al artículo 18.1 de la Constitución Española que establece que: «1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.». Por este motivo, la joven de 25 años se planteó tomar medidas legales y lo comentó con algunos amigos en común llegando a los oídos de J.J.L. que actuó con normalidad para lograr su verdadero objetivo: acabar psicológicamente con la víctima. La noche del sábado, el maltratador ofreció grandes cantidades de alcohol a la víctima a sabiendas de que no la sentaba demasiado bien, mientras que él bebía refrescos de cola. Una vez consiguió anular su voluntad, la ofreció sexo con algunos de sus amigos para finalmente invitarla a comer a su casa en Tudela de Duero, cercana a un supermercado. La víctima aceptó confiando en la amistad que mantenían desde hace tres años; cuando llegó a la vivienda, J.J.L. la asestó un fuerte golpe con una paleta de jamón que escondía en su garaje y la gritó varios improperios que alertaron a los vecinos. Rápidamente se acercaron a la vivienda varias patrullas de la Policía Nacional que procedieron a la detención del agresor y el traslado de la víctima al Hospital Río Ortega donde permanece ingresada. El joven pasará en las próximas horas a disposición judicial por todos los delitos cometidos durante el macabro fin de semana.