El deterioro de la salud tambien impacta en la Neuropediatría

Desde hace ya varios años se evidencia un deterioro en las instituciones de salud publica según los datos publicados. Este déficit no solamente está causado por la falta de presupuesto para la infraestructura de los centros asistenciales, sino que también se observa un menor desempeño académico y una pobre capacidad de comprender la enfermedad de los niños, sobre todo en el ámbito del desarrollo, según afirman los directivos de la Universidad de Buenos Aires y el Ministerio de Salud de la Nación. Una madre indignada nos relataba que consultó en Neurología del Garrahan porque su hijo de 3 años no hablaba ni señalaba para pedir, a lo que se lo derivó al área de traumatología para valorar un probable problema en el metacarpo o en el hombro, según nos comenta esta angustiada madre, le dijeron que su hijo no hablaba porque probablemente no tiene nada para decir, afirmaba un medico al parecer del Paraguay que se desempeña en esa institución. Otra madre indignada, que en su caso recurrió a la justicia penal, denuncio que si un neuropediatra no sabe lo que es un trastorno especifico del lenguaje debiera dedicarle mas tiempo al estudio, en relación al diagnostico de: pendejo de mierda, que recibió de una doctora que se desempeño anteriormente en el reconocido Hospital Durand. Apoya esta critica la famosa Dra Mabel Castro que refiere tener todos los capítulos leídos a diferencia de sus compañeros, marcando así una clara brecha académica entre la afamada doctora y el resto de sus compañeros. El jefe del servicio, Dr Ruggieri, se refirió a los residentes y becarios como unos animales a la vez que la Dra Tenembaum reconoció que tienen capacidades diferentes y que es probable que esta camada tenga que completar 5 años o mas de residencia para alcanzar los objetivos mínimos de formación, que normalmente se alcanza en 3. La Dra Mabel Castro pidió que haya mas exigencias en el ingreso de los médicos para evitar que se deteriore el nivel académico y medico. Menos alcohol y mas estudio, reclamaba un padre indignado luego de denunciar haber sido atendido por un doctor colombiano que, según dijo, despedía olor a vino mientras intentaba revisar a su hija de 4 años que dicho sea de paso, volvió llorando todo el viaje hasta su casa en Laferrere.