Crece la preocupación ante la ceguera imparable de Belén Palencia

"No veo tres en un burro". Esta estremecedora frase pronunciada por la propia afectada fué el origen de las sospechas entre sus familiares y compañeros de trabajo. Algo no funcionaba bien, aquella mocita que antaño era capaz de distinguir colores en la noche más oscura, de repente se golpeaba contra todo lo que se movía o permaneciera inmóvil (véase el incidente de la columna protagonizado por la misma). Fuentes cercanas a la misma consultadas por este diario han afirmado que, efectivamente, la señorita Belén Palencia "ve menos que uno de mis gatos de escayola", comentaba Beatriz, una de sus compañeras. Otros compañeros de la afectada, entre ellos Roberto, lamenta profundamente esta situación, habiendo creando para ello una linea gratuita 900 para todo aquel que desee colaborar en la investigación de la ceguera súbita y repentina de Belén. Su compañero de despacho Daniel, vive en una constante agonía, intentando por todos los medios que Belén deje de golpearse violentamente, realizando para ello trabajos de limado de esquinas de mesas y posterior colocación de colchonetas amortiguadoras. "El dinero que llevo invertido en la obra es considerable, pero todo sea porque mi compañera pase un día sin darse una toba" comenta el propio Daniel. Seguiremos informando