TRAS UNA DECADA BRILLANTE, EN SOLO UN MES Y MEDIO EL SALON DE JUEGOS TRIANA SPORT BAR CIERRA SUS PUERTAS.
Ja ja ja, ¡fuiste engañado!
¡ERA UNA BROMA!
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Todo funcionaba de maravilla para esta empresa sevillana que ofrecía a sus clientes principalmente máquinas de azar y apuestas deportivas entre otros servicios. Fue el pasado mes de enero cuando su mejor cliente Álvaro Gimeno decide viajar al este para disfrutar de dos meces de placer con lo recaudado durante el año en dicho establecimiento. Álvaro, quien deja encomendado el control de su empresa a su socio Nicolás alias "Aguacate", quien ha obviado su responsabilidad de control desde que el primero salió del país, aún es desconocedor de tan desoladora noticia. La empresa está estudiando demandar a los dos individuos por incumplimiento de contrato ya que tenían establecido una serie de apuestas diarias por obligación a cambio de favores sexuales con menores.
